Millennials: todo por hacer, por aprender…¡por invadir!
13/07/2018 -
Hace apenas unos días celebramos en nuestra oficina de Madrid una fiesta de despedida a la última promoción de becarios que, durante varios meses, nos han acompañado aportando el entusiasmo, energía y positividad tan reconocible en los millennials. Jóvenes que se diferencian por el alto impacto que tiene en ellos la tecnología, y que se sienten por ello tan cómodos en nuestro sector. Nunca han experimentado una vida sin Internet y son los protagonistas de las nuevas tendencias organizacionales, por ser el futuro de las empresas.
Antes de entrar a analizar cómo son y qué nos aportan, debemos decir que, pese a que en avanttic históricamente hemos incorporado profesionales con una amplia experiencia, nuestro crecimiento nos ha llevado a incorporar y valorar cada vez más a talento joven y con un alto potencial. Un perfil que, por su parte, responde con ilusión, ganas y la motivación por crecer formando parte de algo. Este post está dedicado a ellos. A esos millennials que son esenciales para seguir avanzando en nuestro camino. Desde 2014, año en que en avanttic nos acercábamos ya a los 100 empleados, decidimos empezar a incorporar recién titulados al área de producción. Antes ya habíamos contado (y lo seguimos haciendo) con ellos en otras áreas de la empresa: administración, finanzas, marketing, organización… Han sido muchos los estudiantes que han realizado sus prácticas y/o trabajo final de grado en nuestras oficinas, en ese tramo final de sus estudios, creciendo y haciéndonos crecer con ellos. Y no son pocos los que han acabado incorporándose a la plantilla.
Llevamos tiempo escuchando “Generación Millennial” o “Generación Y”, pero… ¿A qué nos referimos? Comencemos haciendo una breve descripción de dicha generación, ya sea la más acertada o no, pero al menos delimitaremos algunos aspectos. La componen personas nacidas en los ’80 y ’90, es decir, que han cumplido su mayoría de edad con el cambio de milenio.
Se caracterizan, además de por ser una generación digital e hiperconectada, por ser personas altamente motivadas en su desarrollo profesional. Personas con altos valores sociales y éticos, que necesitan tener un propósito en todo lo que hacen, en la Responsabilidad Social Corporativa y la cooperación… ser felices en el trabajo o al menos divertirse trabajando. El trabajo será, por tanto, una vía de realización personal frente a otros que sólo lo ven como un medio para conseguir ingresos dinerarios.
Son personas seguras de sí mismas (o al menos eso quieren trasmitir), versátiles, optimistas y ante todo ambiciosas. ¿Tal vez algo impacientes…? Quieren adquirir experiencia de manera vertiginosa, para así ver avanzar sus carreras en un breve periodo de tiempo. Hoy en día es habitual ver a personas de “poca” edad en puestos de responsabilidad.
Siento en mi piel de Millennial que he sido educada en una sociedad altamente competitiva, con una entrada al mercado laboral marcada por una crisis económica y por lo tanto laboral, donde las exigencias de acceso al “primer empleo” son cada vez mayores. Pienso que, en parte, este puede ser el motivo de esa “garra” con la que contamos los Millenials.
Poniéndome las gafas de atracción y retención del talento me planteo varias cuestiones. La fidelización de este tipo de perfiles es cada vez más compleja y requiere de nuevas estrategias, más agresivas. Pasamos a ser el “eterno amante”, ya que debemos cautivar a nuestros empleados. Esto requiere desgaste económico y operacional, pero en un medio plazo, siempre, merece la pena. Por tanto, estos “talentos empresariales” harán que las compañías y el mundo de los RR.HH. abran su mente, evolucionen, se perfeccionen… es decir, ¡mejoren!
Por otro lado, el Millennial siempre seguirá su propio sistema y orden. Se empeñará en demostrar que puede conseguir los resultados exigidos e incluso mejorarlos, fuera de un sistema impuesto de horarios y procedimientos. De hecho, en ellos prima la motivación intrínseca, pues cuentan con su propia cultura de resultados. Se caracterizan, como hemos dicho anteriormente, por cierta impaciencia y por la ambición. Esto hará que de manera constante tengan la necesidad de opinar o quejarse del sistema, sobre todo cuando noten que no se dan los cambios prometidos o exista incoherencia. Aunque esta actitud también hará mejorar y esforzarse a las empresas, que querrán dar solución a estas inconformidades: aspectos que, a veces, se encuentran mimetizados con el ambiente y tomamos como comunes o “normales”.
Este tipo de actitud, competencias y características de los Millennials sin duda harán crecer a los que están a su alrededor y a las propias empresas. Ya que no sólo quieren crecer ellos y comerse el mundo: en cierto modo, arrastran al resto a hacer lo mismo.
Aunque hace pocos días nos despedimos de nuestros últimos becarios, pronto llegarán nuevas promociones. Y, cada vez más, los millennials van ganando terreno en nuestra compañía. ¡Miro a mi alrededor y veo a más de uno!